sábado, 22 de noviembre de 2014

Un nuevo comienzo ¡la paz empieza por uno mismo!

Dicen que cada día es un nuevo comienzo y pienso que tienen razón. Es bueno asumir los retos diarios con la mejor actitud, es bueno soñar, es bueno querer ser excelente, y es mejor, levantarse cuando uno se ha caído y volver a comenzar.



Hace casi tres meses estoy viviendo sola por cuestiones de trabajo. Mi familia -esposo e hijas-, están por ahora en otra ciudad y eso ha sido muy duro, pues ellos llenan un gran espacio en mi vida y en mi corazón. Pensé que sería fuerte para soportar esa pasajera situación, pero no era cierto. Me ha dado duro la soledad.

Al encontrarme conmigo, a solas todas las noches, las mañanas, y algunos fines de semana, me conocí mas a fondo (eso sucede cuando pasas tiempo con alguien) y descubrí (no fue fácil, ni de un día para otro) las cosas que debo mejorar.

Alguien me dijo alguna vez que es bueno estar solo y pensar. Cuanta razón tenía. Los afanes de cada día no siempre lo permiten y pues, en este tiempo he pensado mucho. Les abro mi corazón para contarles algunas cosas: me descubrí con vacíos internos, con heridas no sanadas, con felicidades reprimidas. Me descubrí un poco desordenada, inconstante con el ejercicio, sensible y un tanto insegura. Además, pude advertir que soy paciente y conciliadora y no me gusta estar mal con ninguna persona. Recordé que los amigos son importantes y que quien te da la mano en forma desinteresada es un buen ser humano. 

Pensé en las personas que últimamente he conocido. Personas de todos colores. Cuando digo esto, no me refiero a las razas humanas, sino a las formas de ser: algunas verdes, otras rosadas, otras blancas, otras rojas y también alguna que otra negra (incluso hay personas de dos colores). He aprendido a quererlas y he tratado de entenderlas. Creo que hay quienes no comprenden esa actitud mía y la ven con desconfianza ¡No saben que es una difícil materia en la maestría de la vida! 

Pensé también en mi trabajo y concluí que me encanta hacer lo que hago, que en este momento, en ese aspecto soy mas feliz, y que aunque apenas estoy comenzando he aprendido montones. Todo me gusta y en las mañanas me levanto con la ilusión de llegar y hacer las cosas bien. No me aburre ni me cansa lo que hago. 

También pensé en Dios y hasta cuestioné sus propósitos en estos meses de soledad, pero hoy entendí que como un maestro, como un papá, solo me está formando, como el gran alfarero que es ¡Y qué lecciones me ha dado!

Les cuento esto porque estoy convencida que la paz comienza dentro de uno mismo y que el autoconocimiento y la reparación de nuestra persona en las tres dimensiones: alma, cuerpo y espíritu, es el primer paso para lograr un nuevo y mejor comienzo cada día, y relaciones armoniosas con los demás. Con la pareja, con los hijos, con los compañeros de trabajo, con los amigos, con los vecinos, en fin, con la sociedad.

No soy experta en estos temas, ni mas faltaba, pero según mi experiencia personal, quiero darles algunos tips para lograr mejorar cada día, cambiar lo negativo por lo positivo, comenzar de nuevo cuando se ha cometido un error, y buscar la armonía. Consejos que yo misma voy a seguir, pues también estoy aprendiendo a ser un mejor ser humano.

1. Sea espiritual. Si cree en Dios, hable con él diariamente.
2. Ame a su familia.
3. Tómese un tiempo para pensar en usted, para hacer un análisis de sus sentimientos, sus gustos, las cosas para mejorar, etc., y haga planes y propósitos con el fin de cambiar lo que no es positivo y reparar lo que está dañado.
4. Piense en las personas con las que tiene algún problema o con las que se dejó de hablar por algún  motivo y trate de arreglar las cosas. Si es posible, pida perdón y libérese.
5. Sepa que todas las personas que están a su alrededor: compañeros de trabajo, pareja, hijos, amigos,  etc., son maestros y siempre están ahí para enseñarle algo. Todas las personas tienen cosas para enseñarnos. Sí todas.
6. Siempre que le pidan ayuda, ayude.  De buena gana, de corazón.
7. Lea. Siempre es bueno aprender algo nuevo.
8. Quiérase, dese gusto, descubra qué le agrada y hágalo, vístase bonito, coma saludable, haga ejercicio (debo hacerlo).
9. Cuide la tierra, quiera a los animales, ahorre agua y energía, camine, recicle. Sea amable con el planeta.
10. No sea conflictivo. Trate de ser conciliador.
11. Sea sinceramente amable con todos.
12. Un por favor, un gracias, un ¡lo hiciste bien! nunca están de mas.
13. Si la embarró, desembárrela, pida perdón y siga adelante. Cada minuto es una nueva oportunidad.
14. No se de tan duro, perdónese.
15. Saque tiempo para descansar.
16. Haga las cosas con pasión.
17. Perdone. Siempre perdone.
18...


La lista continúa. Se reciben sugerencias.


Desde este momento, vuelvo a comenzar, quiero hacer las cosas mejor. Insisto, la paz comienza por uno mismo.

Sígueme en twitter @pfeuilletp


lunes, 10 de noviembre de 2014

La acción de tutela acercó a las personas a las altas cortes



Uno de los grandes pasos indiscutibles que dio Colombia en materia de protección de los derechos humanos en la constitución de 1991, fue la acción de tutela.

La acción de tutela o recurso de amparo es un mecanismo de protección de los derechos fundamentales, rápido, sencillo y eficaz que tienen todas las personas, cuando estimen amenazados sus mas preciados derechos y no cuenten con otro mecanismo de protección.

Es rápido, porque se resuelve en diez días hábiles y los jueces deben dejar todo su trabajo a un lado para ocuparse de este breve procedimiento.

Es sencillo, porque no requiere de formalismo alguno y se puede interponer, incluso de forma verbal y sin abogado.

Es eficaz, porque cuando en el caso de que se trate, no sea posible esperar los cortos diez días del procedimiento sin que se menoscabe el derecho fundamental, se puede solicitar una medida provisional, y el juez, si lo encuentra procedente, ordenará la protección inmediata del derecho antes de proferir la sentencia.

Se puede interponer acción de tutela contra cualquier autoridad que amenace los derechos fundamentales, incluso contra los particulares cuando presten un servicio público, se afecte gravemente el interés colectivo, o cuando el demandante se encuentre en estado de indefensión  frente al particular demandado.

Cuando se dice contra cualquier autoridad se habla incluso de los jueces al proferir sus providencias. Esta situación ha generado no pocas polémicas al interior de la Rama Judicial, pero al final, por lo menos el Consejo de Estado, aceptó que cuando existen violaciones a los derechos humanos, la seguridad jurídica pasa a un segundo plano.



Según lo ha dicho la Corte Constitucional, la procedencia de la acción de tutela frente a providencias judiciales está supeditada al cumplimiento de requisitos formales, tales como: la relevancia constitucional del asunto, la inmediatez en la interposición de la acción, la subsidiariedad a los medios ordinarios de protección de los derechos, y que no se interponga frente a procedimientos de tutela. También al cumplimiento de requisitos de fondo como: la existencia de defectos sustantivos (en las normas), facticos (en las pruebas), procedimentales (en el procedimiento), u orgánicos (en la competencia).

De las acciones de tutela contra providencias judiciales conocen los superiores funcionales de quienes profirieron las sentencias cuestionadas. Este hecho ha generado que el ciudadano común pueda acceder a que una alta corte le revise su caso, cosa impensable en el pasado, cuando sólo casos excepcionales llegaban a esas instancias.

No obstante el avance en materia de derechos humanos para los usuarios de la justicia, la congestión en las altas cortes a causa de las acciones de tutela es grande y en los despachos de los magistrados la mitad del personal tiene que dedicarse exclusivamente a resolver acciones de tutela.


Si bien es cierto, la acción de tutela muchas veces es utilizada por las personas como si fuera una instancia adicional a los procesos ordinarios, desvirtuándose su razón de ser, son mas los beneficios de  esta acción frente a providencias judiciales que las desventajas, y en últimas, el Estado colombiano cumple así, en forma integral, con la obligación internacional consagrada en el artículo 1.1 de la Convención Americana de respetar y garantizar los derechos humanos.


Sígueme en twitter @pfeuilletp