sábado, 26 de julio de 2014

Una aproximación al Derecho Internacional Humanitario

Como lo prometí en mi post anterior, voy a escribir sobre el derecho internacional humanitario (DIH), como siempre, de forma sencilla para que todos entiendan de qué se trata. Espero que los eruditos en el tema no se rasguen las vestiduras por no profundizar en la filosofía de la cuestión o en detalles que consideran de relevancia jurídica o histórica, pues lo que pretendo, simplemente, es dar luces a quienes no conocen el tema, o tienen dudas o confusiones sobre el asunto.




Para comenzar es preciso tener como cierto que la guerra siempre ha existido en la humanidad, desde la antigüedad hasta nuestros días, sin embargo, ha existido también, paulatinamente, la preocupación internacional por limitarla. Digo paulatinamente porque esto no se ha dado de tajo, es decir, no sucedió que un día la guerra era libre sin límites y al día siguiente se limitó, sino que fue un proceso.

En la antigua Roma (753 AC - 476 DC), cuando se iba a tomar alguna ciudad se ordenaba matar a todo el que se atraviese en el camino, sin importar que fueran niños, ancianos o mujeres. Sin embargo, textos como el Mahabarata, la Biblia o el Corán, traen normas de la guerra, tales como el respeto del adversario. Un texto importante es el Viqayet (España, 1280), que plasmó importantes normas para humanizar la guerra, tales como la prohibición de matar a mujeres, niños, ancianos, dementes y prohibía matar a los vencidos y envenenar flechas y fuentes de agua. También Francisco de Vitoria (1536) se interrogó sobre si la guerra entre aborígenes y españoles era justa. Mas adelante, en el denominado “siglo de las luces” (siglo 18), pensadores como Rousseou y Von Martens, hablaron de la humanización que debía darse a la guerra, así como también, de la utilización en los conflictos bélicos del derecho de gentes, los principios de humanidad y la conciencia pública.

Pero los inicios mas claros del Derecho Internacional Humanitario (DIH) se dieron con la actuación de personas como Henry Dunant y Guillaume-Henri Dufour, quienes en la batalla de Solferino (Lombardía, 1859) en donde se enfrentaban franceses y austríacos, empezaron a prestar ayuda a los soldados heridos. Por los esfuerzos de Dunant, el gobierno Suizo decidió convocar la denominada Conferencia Internacional de Ginebra, en donde se creó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y se adoptó el Convenio de Ginebra el 22 de agosto de 1864, para mejorar las condiciones de los militares heridos en combate. Posteriormente se adoptaron diferentes instrumentos como la Declaración de San Petesburgo sobre el uso de algunos proyectiles (1968) y los Convenios de la Haya sobre guerra terrestre y marítima (1899).

En la primera guerra mundial (1914-1918) se aplicaron métodos de guerra atroces como gases, bombardeos aéreos, toma de prisioneros de guerra, entre otros, que obligaron a que se realizara el Protocolo de Ginebra de 1925 que prohibió el empleo de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos. En 1929 se profirieron los Convenios de Ginebra sobre el trato de los prisioneros de guerra.

No obstante lo anterior, en la Segunda Guerra mundial (1939-1945), ocurrió lo mismo pero en mayor medida. Es necesario resaltar, que en la primera guerra mundial falleció un civil por cada diez militares y que en la segunda guerra mundial, las muertes de civiles se desbordaron y fallecieron la misma cantidad de civiles y de militares. Este grave hecho y la terrible persecución de que fueron víctimas los civiles, hizo que la comunidad internacional aprobara los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y sus dos protocolos adicionales de 1977, que se constituyen hasta la actualidad como las principales normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Se puede decir que el Derecho Internacional Humanitario (DIH) es un conjunto de normas, que se aplican en los conflictos armados internacionales (entre dos o mas países) o no internacionales (conflictos internos entre el estado y fuerzas disidentes del estado), cuya finalidad es limitar, por razones humanitarias, los métodos y medios utilizados en la guerra y proteger a determinadas personas (soldados heridos o fuera de combate por rendición, náufragos, civiles, personal médico, personal religioso, periodistas) y a determinados bienes (hospitales, ambulancias, escuelas, iglesias, acueductos, bienes culturales, entre otros).

El Derecho Internacional Humanitario (DIH), se fundamenta en tres principios básicos: el principio de distinción, el principio de limitación y el principio de trato humano, que son muy fáciles de comprender.

El principio de distinción señala que en una guerra, se deben diferenciar los combatientes de los no combatientes, así también, los bienes civiles de los bienes militares. En este contexto, los ataques bélicos únicamente se pueden realizar frente a objetivos militares (soldados en combate, tanques de guerra, sitios donde se encuentren las armas del enemigo). En consecuencia, no se pueden dirigir ataques frente a los no combatientes (civiles, heridos fuera de combate, periodistas) o frente a bienes civiles y bienes protegidos por el DIH (escuelas, hospitales,  lugares de culto).

El principio de limitación señala que las partes en conflicto no son libres para utilizar los medios (armas) y métodos (tácticas y estrategias) de guerra que deseen o los que consideren pueden llevarlos a la victoria, pues esto está limitado por el principio de proporcionalidad y por acuerdos internacionales. Así, están prohibidas las armas que causen males innecesarios (municiones en racimo, armas biológicas) o de efecto indiscriminado (minas antipersonales, cilindros de gas, armas químicas o nucleares), dar órdenes en el sentido que no queden sobrevivientes, envenenar fuentes hídricas, o hacer padecer hambre a la población civil.

El principio del trato humano se refiere a que toda persona tiene derecho al respeto de la vida, la integridad física, mental y moral y a las garantías judiciales. Por esta razón está prohibido: (i) atentar contra la vida, dignidad, integridad y honor de las personas protegidas por el DIH (civiles, militares fuera de combate, periodistas, personal médico y religioso), (ii) la tortura física o mental, los castigos corporales, los tratos crueles o degradantes, las mutilaciones, los experimentos médicos, la prostitución forzada y toda forma de atentado contra el pudor sexual, (iii) la toma de rehenes, y (iv) el desplazamiento forzado de la población.

Por este principio del trato humano se debe asistir a los heridos y enfermos, respetar las garantías judiciales de quienes se encuentren privados de su libertad, sus costumbres y creencias y se debe permitir la comunicación con sus familiares.

En cada estado se han incorporado en las legislaciones penales y disciplinarias las normas del DIH y corresponde a los jueces de cada país investigar y juzgar las violaciones al Derecho Internacional Humanitario y en últimas, a la Corte Penal Internacional cuando se cometan crímenes de guerra (violaciones al DIH), pero eso será tema de otro post. 

Aquí les dejo un video interesante y muy didáctico sobre el tema.



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sábado, 19 de julio de 2014

El conflicto entre Israel y Palestina, desde sus inicios hasta la actualidad

Después de un abandono de casi dos semanas, motivado por un viaje de estudios, exámenes de la universidad y visita de la mamá, vuelvo a escribir sobre un tema muy actual y a la vez muy antiguo y es el conflicto Palestino - Israelí. El objetivo de esta entrada es explicar de forma sencilla, el conflicto desde sus inicios (sin tocar temas bíblicos) hasta la actualidad.

Para poner en contexto la situación, es necesario hacer un resumen de lo que se ha denominado “el conflicto árabe – israelí”, es decir la tensión política y armada que ha existido entre Israel y sus vecinos árabes especialmente el estado de Palestina. Para comenzar hay que entender que el pueblo judío durante mucho tiempo vivió sin tierra en los estados europeos, sin embargo durante la primera guerra mundial, los sionistas se aliaron con el Reino Unido. Como el Reino Unido ganó la guerra, dominó por casi 30 años a Palestina, lo cual permitió la creación de un “Estado Nacional Sionista” en Palestina, situación que generó conflictos entre judíos y palestinos por sus diferencias culturales, políticas y religiosas. En la segunda guerra mundial y debido a presiones palestinas y otras causas como la creación de grupos judíos que luchaban por un territorio, el Reino Unido rebajó su apoyo a Israel limitando el número de inmigrantes que podían ingresar a Palestina. Este hecho intensificó el malestar de los judíos e hizo, que en últimas, después de la Segunda Guerra Mundial, la ONU decidiera (1947), después de muchas tensiones diplomáticas, dividir el territorio de Palestina en dos, un estado árabe y un estado judío y dejar a Jerusalén bajo control internacional. Esta división fue aceptada por los judíos pero no por los palestinos, sin embargo así se hizo.

El 14 de mayo de 1948 el estado de Israel proclamó su independencia dentro del territorio palestino entregado por la ONU. Al día siguiente, los estados árabes vecinos, Líbano, Siria, Trasjordania, Irak y Egipto, le declararon la guerra a Israel e intentaron invadirlo. Esta guerra duró quince meses con los siguientes resultados: Israel conquistó un 26% más del territorio. Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania. La población palestina quedó dividida entre estos países y algunos se refugiaron en otros  quedando sin patria ni nacionalidad.

Durante la década de 1950 ocurrió la denominada “Guerra de Suez” que dejó como resultado, que la ONU pusiera una fuerza de Cascos Azules entre Egipto e Israel y además la creación, por parte de los árabes, de grupos de resistencia, entre los que se destaca la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), creada en 1967 con el apoyo de la Liga Árabe.

En 1967 la ONU, a petición de Egipto, retiró los Cascos Azules de Gaza, el Sinaí y las islas de Tirán y Sanafir. Ante esta retirada, Egipto movilizó tropas al Sinaí y ocupó las Islas del golfo de Agaba el 22 de mayo de 1967 (en este mes se suscribió un pacto de defensa mutua entre Egipto, Siria e Irak), lo cual impedía la salida de los barcos Israelitas al mar Rojo. Israel consideró este hecho como una agresión y ante la negativa egipcia de desbloquear Agaba, el 5 de junio de 1967 Israel bombardeó la aviación egipcia situada en el golfo del Sinaí comenzando la llamada “Guerra de los seis días”, durante los cuales Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán (Siria).

La ONU desde 1967 ha instado a Israel que devuelva los territorios ocupados, estos territorios han sido causa de las guerras siguientes denominadas Guerra de desgaste (1968-1970, Israel-Egipto), Guerra de Yom Kipur (octubre de 1973, Israel- Egipto y Siria) y La guerra del Líbano (1982).

La ONU, cuando dividió Palestina, declaró que Jerusalén, sería una ciudad de dominio internacional administrada por la ONU. Esta ciudad estuvo por mas de 700 años en poder de los árabes, posteriormente en la guerra de 1948 quedó dividida en dos partes, la parte este y la parte occidental. En 1950 la parte occidental fue declarada capital de Israel y la parte este quedó bajo el dominio de Jordania. Finalmente en la guerra de los seis días, Israel tomó el muro de los lamentos y todo el este de la ciudad y unificó administrativamente el municipio. En 1980 Israel declaró a Jerusalén como su capital eterna e indivisible, pero la ONU no reconoció dicha declaración y consideró que Jerusalén es una ciudad internacional y su dominio debe ser resuelto en negociaciones entre Israel y Palestina. Hasta hoy, Jerusalén es la capital de Israel, estado que mantiene su dominio.

Algo característico del conflicto han sido las denominadas “Intifadas” (levantar la cabeza en árabe). La primera Intifada, fue una revuelta palestina que se dio en Cisjordania y en la Franja de Gaza desde el 8 de diciembre de 1987 hasta el 13 de septiembre de 1993 que terminó con los acuerdos de Oslo en donde se implementó la denominada Autoridad Nacional Palestina (ANP), como una organización autónoma que gobierna transitoriamente en la Franja de Gaza y parte de Cisjordania desde 1994. En esta Intifada (1993, abril 16) ocurrió el primer ataque terrorista suicida por Hamás. La segunda Intifada comenzó el 29 de septiembre de 2000 hasta el año 2006, que se constituyó como un nuevo periodo de ataques palestinos a Israel. En esta Intifada se generaliza el uso de ataques suicidas por parte de palestinos en lugares frecuentados por los civiles israelíes como centros comerciales, restaurantes y las redes de transporte público. Por su parte Israel comienza a utilizar las llamadas “ejecuciones extrajudiciales”, contra los líderes de las organizaciones que planeaban los ataques suicidas. Entre los años 2005 y 2006 Israel se retiró definitivamente de la Franja de Gaza y eliminó los asentamientos civiles en el norte de Cisjordania.

Los años 2008 y 2009 fueron épocas de nuevas hostilidades que comenzaron cuando Israel  lanzó un ataque a la Franja de Gaza el 27 de diciembre de 2008 como represalia contra Hamás por el lanzamiento de Cohetes desde Gaza hacia Israel.

En 2012 volvieron las hostilidades entre Israel, el grupo islamista Hamás y otros grupos armados de Gaza. El 14 de noviembre Israel asesina a Ahmed Yabari, miembro del Gobierno de Hamás y máximo responsable militar de la organización, lo que Hamás consideró como un terrible acto de guerra de Israel. En este contexto sucedieron innumerables ataques de ambos lados, con cohetes lanzados por palestinos a Jerusalén y Tel Aviv y con respuestas de guerra de Israel.

Hamás es una organización palestina cuyo objetivo es el establecimiento de un estado islámico en la antigua región palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén. Esta organización que ha sido declarada como una organización terrorista, está en el poder en Gaza desde 2006 cuando se presentó a elecciones y obtuvo la mayoría absoluta. Hasta ahora Hamás gobierna la Franja de Gaza, sin embargo Israel lo tiene sometido a un bloqueo y no permite que ingresen armas y otros productos a Gaza.

La actual tensión entre Israel y Hamás inició cuando fallecieron tres jóvenes israelitas en Cisjordania, muertes que Israel atribuye a Hamás. A partir de ahí se han dado incursiones israelitas por tierra a Gaza, bombardeos de ambos lados y afectación de la población civil. Hamás exige que Israel levante el bloqueo para hablar sobre una tregua.

En este largo conflicto se han afectado derechos humanos y se han violado varias disposiciones del derecho internacional humanitario, pero eso será materia del siguiente post.



La información se tomó de wikipedia.

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domingo, 6 de julio de 2014

Colombia no puede quedarse en el "panem et circenses"

Después de la tusa mundialista, del sentido y concurrido recibimiento de la selección Colombia y de la salsa choque que inspiró las celebraciones de nuestro equipo (ya era hora que el pacífico fuera protagonista en esta historia), es hora de volver a esa otra realidad que vive Colombia, pues solo por unos días éramos una sola nación, sin polarizaciones, todos portando una misma camiseta y en pro de una misma causa.




No niego que la mayoría de gente de este "pueblo al sur de Estados Unidos" (como cantaban Los prisioneros de Chile), es gente buena y trabajadora, pero aún nos falta mucho para ser el ideal de país que deberíamos ser, pues existe otra verdad, la del país polarizado, de odios e insultos por las redes sociales, de arengas en contra del otro por su ideología política, por su forma de pensar, o simplemente por ser diferente. La Colombia que al menor ataque, lanza algún meme amenazante de Pablo Escobar (en tono de broma), como si no hubiese sido suficientemente trágica la época de terror que vivimos por su causa. Esa época que es mejor no recordar y que dejó grabada en la mente de todo el mundo que Colombia es el país de la cocaína, como lo hacen ver a modo de chiste, modelos y caricaturistas extranjeros, que así se disculpen, no dejan de hacernos daño y revelan la reputación que tenemos, como bien lo dice el viejo dicho de nuestras abuelas: "crea fama y échate a la cama".

Colombia, ese país hilarante de gente que vive en una inexplicable felicidad, que celebra cada pequeño triunfo deportivo como si quisiera demostrarle al mundo que es importante, que es un país vivo de gente que sueña y que los cuentos de hadas, en donde el pequeño se vuelve grande, pueden hacerse realidad. Ese país en donde vivo, además de triunfos deportivos, necesita urgentes cambios mentales, sociales, culturales y económicos para ser de verdad feliz.

La mayor felicidad para mi pueblo sería alcanzar la paz, pero para lograrla no es suficiente firmar un papel con los grupos alzados en armas que tanto daño han generado, acto que sería importante, pero insuficiente, pues la raíz del conflicto se encuentra en muchas otras causas, tales como: la pobreza, la corrupción a todos los niveles, la falta de oportunidades, el narcotráfico, la falta de educación de calidad y gratuita incluida la universitaria para los mas vulnerables, las marcadas diferencias sociales, la búsqueda del dinero fácil, la descomposición social y familiar, entre otras tantas situaciones, que hacen que se genere violencia. Entonces, para una paz duradera se debe trabajar en todas estas situaciones problemáticas.

Fue bonito ver a Colombia unida por el mundial de la FIFA, pero ese milagro que hizo el fútbol, debería ser traspasado a la realidad de un país que necesita, ahora mas que nunca, cohesionarse para mejorar en todos los aspectos, sin importar quien lo gobierne, pues quienes hacemos patria somos todos.



Decía el poeta  romano  Juvenal (100 A. C.), que para que el pueblo esté feliz y deje gobernar sin inmiscuirse en los controvertidos asuntos públicos, solo necesita, pan y circo "Panem et circenses" y a veces pienso que tenía razón, pues la diversión, hace olvidar los verdaderos problemas de una sociedad. Sin embargo, esto puede hacernos reflexionar, que si bien, hemos gozado con este mundial, no podemos perder de vista el futuro que debemos construir en nuestro país y que la unión, es mejor que  la disociación para obtener objetivos comunes. Personalmente me gusta este aparte de la Biblia que dice: "todo reino dividido contra si mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra si misma, no permanecerá"(Mateo 12:25).

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