viernes, 30 de septiembre de 2016

¡Voto SÍ! dice Lucio Feuillet

Un talentoso cantautor y gran ser humano, Lucio Feuillet, nos cuenta, con una canción, como va a votar en el plebiscito por la paz.

Voto SÍ
Por Lucio Feuillet

¡Voto SÍ! para que los bellos verdes retazos de nuestro campo dejen de vestirse de sangre y que no haya más desplazamiento forzado de campesinos, indígenas y afrodescendientes. Nuestro campo está sediento de tranquilidad y de paz. 


(...)“La vida es más vida cuando estás donde debes estar. 
Cientos de años pasaron y todos mis antepasados cuidaron de ti, sembraron aquí, 
tierra de verdes retazos que inundan los campos sedientos de tranquilidad, 
de un poco de PAZ.

Sangre y tierra en un lazo que no tiene fin".







¡SÍ Y MIL VECES SÍ! dice Ita María

Un saludo especial a tod@s mis lector@s. Hoy les tengo una invitada súper especial. Se trata de Ita María, autora del blog de moda mas leído en Colombia www.delamodayotrosdemonios.com, que nos cuenta las razones por las que va a votar por el sí en el plebiscito por la paz en Colombia.

¡SÍ Y MIL VECES SÍ!
Por Ita María




Nací en un país en guerra, una guerra que nunca sentí cerca  pero que siempre estuvo ahí, condicionándonos a mí y a todos los míos a un estigma pesado difícil de llevar; por eso precisamente siento que los motivos para darle el SÍ a esta salida histórica al conflicto, son más bien ajenos y lejanos, pero no por eso menos válidos y urgentes. Para nadie es secreto que en esta guerra, la mayoría de muertos los han puesto los pobres; ambos bandos nutren sus listas de la falta de oportunidad, de la pobreza, de la falta de educación y de mil problemas más que son causa y no consecuencia. Ellos, las víctimas de este conflicto, llevan años mandando a sus jóvenes al ejército o viendo cómo la guerrilla se los lleva, porque no tienen más opción y son justamente ellos los más interesados en que ese círculo vicioso se rompa de una vez por todas.

Por todas esas voces que pueden no tener tanto eco en redes como un expresidente dolido y temeroso de la paz es que vale la pena levantar las nuestras, pararnos de la comodidad de nuestras camas y votar; porque tristemente, el destino de los campos se define en las ciudades. Creo que el fin del conflicto armado con las FARC no será la paz inmediata pero sí el comienzo de un proceso que nos va a tocar continuar y terminar a nosotros y a nuestros hijos, pero definitivamente es un paso que nos aleja de esa historia de guerra y violencia que nos agobia, es un paso que hay que dar sin miedo y con fe, fe en nosotros como sociedad y como país.

Y votaré por ese SÍ convencida y sin dudas, porque creo que vale más una paz imperfecta que cualquier vida perdida; porque creo en darle otra oportunidad a esas personas, que terminaron donde están porque justamente no se les dio espacio para hacer política en su momento. Creo que esas curules y esos subsidios mientras se reintegran a la sociedad para evitar que desmovilizados terminen delinquiendo como pasó con los paramilitares cuando Uribe firmó sin consultarle al pueblo una paz mucho más viciada y sospechosa que esta, tan transparente que firma Santos ahora, son un costo insignificante al lado de la cantidad de vidas que se van a salvar, de la garantía de no repetición de tantos crímenes atroces que se han cometido de lado y lado en nombre de esa guerra y de la posibilidad de un nuevo camino por la vía de la negociación, sin armas, sin extorsiones, sin secuestros, sin minas antipersona, sin niños en la guerra, sin desplazados por la violencia y sin tanto odio y rencor que algunos insisten en cultivar.

Los muertos los han puesto otros y si esta guerra continúa (como me temo pasaría si rechazamos el acuerdo) los seguirán poniendo los mismos; para muchos de nosotros el acuerdo no cambia nada, pero seguiremos financiando la guerra con nuestros impuestos y con vidas ajenas y eso nos hace cómplices; y yo no quiero ser cómplice de ningún tipo de violencia, mi voto al SÍ será mi primer aporte y mi compromiso por perdonar y aceptar una nueva sociedad con desmovilizados que quieren reintegrarse será el siguiente. Voto sí y mil veces sí por la oportunidad de resolver este conflicto de manera diferente, voto sí porque siento que les debo a las víctimas mi brazo y apoyo por cuenta de tanto silencio y apatía y porque los métodos violentos no nos han dejado nada bueno, solo muertos, odios, retraso, desigualdad y miedo, el mismo miedo que intentan reforzar con patrañas las voces del no.

¡YO VOTO SÍ Y MIL VECES SÍ!
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Votemos por el Sí por Ugo Bárcenas

Hola a tod@s. Estos días voy a publicar unos post de personas que nos cuentan como van a votar en el plebiscito por la paz en Colombia y las razones de esa decisión.

Este es el primero.

Votemos por el Sí

Por Ugo Bárcenas



Uno se levanta a veces optimista y desde ese ánimo se pone a reflexionar sobre el plebiscito que el gobierno nos convoca a votar en un próximo domingo.

El proceso de paz que ha concluido con el acuerdo de La Habana me parece un proceso ineludible, necesario, inacabado y esperanzador.

Ineludible: las FARC no iban nunca jamás a ganar la guerra que le declararon hace mucho tiempo al Estado. Siendo realistas, la idea de ganar el poder por las armas se quedó en un bosquejo. Imponer el comunismo resultó un exabrupto, con mayor razón ante la realidad de la globalización, que fue el fin de la historia, como dijo Fukuyama. Los sucesivos gobiernos tampoco pudieron vencer plenamente a la guerrilla. O sea que ambas partes tenían el ineludible compromiso histórico de acabar con ese conflicto violento, incoherente y anacrónico, pero capaz de mantener una sensación de inestabilidad y zozobra en muchos aspectos de la vida nacional.

¿Era necesario entonces hacer la paz? Sí, porque las FARC tenían que buscar salidas políticas ante el evidente fracaso de la lucha armada y debido al aislamiento social, al extravío de su ideología en el laberinto del capitalismo posmoderno, que pretende ser a veces social, incluyente, de avanzada (los países nórdicos, incluso China y Rusia, son ejemplos de esa nueva forma de capitalismo, así en estos últimos la democracia sea aún una quimera).

Y cualquier gobierno, no solo el de Santos, tarde que temprano, tenía que sentarse a dialogar y firmar algo con la guerrilla. Era necesario recobrar tanto la legitimidad del Estado en todo el territorio como la de la desprestigiada clase política. De hecho, los empresarios ven como una necesidad el acuerdo para crear un ambiente más propicio para sus negocios.

Es un proceso inacabado, pues la aclimatación de la paz empieza realmente después de la firma del acuerdo. Y debe seguir con el ELN y otras bandas, incluidas las de derecha. No habrá paz completa si quedan en armas grupos disidentes. Y el desmantelamiento de los violentos grupos mafiosos, que campean en las ciudades, también tiene que estar a la orden del día. De lo contrario, tendremos la sensación de que la paz no llegó. O que llegó para los guerrilleros de las FARC, pero no para el pueblo, que, en últimas, es el que más la reclama y necesita.

Y, finalmente, es un proceso esperanzador, pues creo que la sociedad colombiana mejorará en los próximos años a raíz del acuerdo. La percepción de estar seguros en zonas dejadas por la guerrilla, la idea de que ya no habrá secuestros, ni bombas, ni asesinatos, lo mismo que el progreso que traerán las inversiones que han de hacerse para cumplir el conjunto de políticas públicas adoptadas por el acuerdo, como la que tiene que ver con la reforma agraria, en fin, creo que todo eso hará una Colombia mucho mejor. 

Coletilla: el acuerdo contempla un sistema judicial especial para evitar la impunidad de delitos graves. Eso robustece la legitimidad del mismo. No será posible ver en la cárcel a los  líderes guerrilleros más caracterizados, pero ese es el precio que hay que pagar por el acuerdo.


Toca votar por el Sí. Yo me levantaré temprano a votar ese domingo, a menos que amanezca lloviendo.